INTERCONECTADOS: El poder de sanar desde adentro
Episodio 1
EL ÓRGANO INVISIBLE: LA PIEZA QUE FALTABA EN LA SALUD Y LA LONGEVIDAD
Pedram Shojai, OMD - fundador de Well.Org, editor de BeMore! Magazine, autor de Rise and Shine (Process, 2011), Inner Alchemy, El Monje Urbano, El Arte de Parar el Tiempo
Bienvenidos a la exclusiva apertura de Interconectados, una serie acerca de los microbios que faltan en nuestro intestino y qué tienen que ver con nuestra salud. Esta nueva serie innovadora se centra sobre nuestro microbioma intestinal, las complejas colonias de vida microbiana en nuestro interior. Se ha descubierto un nuevo órgano dentro del cuerpo que se interconecta con todos los demás. Regula la inmunidad, nuestra salud en general y nuestro estado mental. Y lo mejor de todo es que ahora estamos comenzando a comprenderlo y a trabajar con él.
He pasado varios meses hablando con los mejores investigadores científicos, médicos y profesionales de la salud y los reuní para esta serie. En mis viajes también conocí a personas con serios problemas de salud, dolencias y enfermedades crónicas que se han vuelto demasiado comunes en nuestra vida.
¿Qué es este microbioma?
Dra. Robynne Chutkan, MD. – autora of La Solución Microbioma, La Buena Digestión, Gutbliss: A 10-Day Plan to Ban Bloat, Flush Toxins, y Dump Your Digestive Baggage
El microbioma son los organismos que viven dentro de nuestro cuerpo y sobre él. No solo las bacterias, como se podría pensar, sino también los virus, los hongos, los pequeños microorganismos, los protozoos de una sola célula, esas criaturas microscópicas que son más de un billón, y más de cien mil millones en una sola gota de fluido en el colon, es decir, un montón de microorganismos.
Tom O’Bryan, DC, CCN, DACBN autor de Autoinmune Fix
El microbioma es sencillamente algo revolucionario. Creo que el concepto más importante que puedo darles y que probablemente sea exclusivo, es ¿cómo se han estado nutriendo sus intestinos en los últimos 30 o 40 años? ¿Cuál es el medio ambiente de su microbioma intestinal? Es distinto al de su cónyuge, sus hijos, sus padres. Cada uno es único debido a lo que ponemos ahí abajo. Cada bocado que ingerimos tiene un efecto en el microbioma.
Gerald Mullin, Md, MS – Gastroenterólogo del Johns Hopkins
Hay cientos y billones de microorganismos dentro de nuestro microbioma intestinal, y eso incluye bacterias que hacen que nuestro sistema funcione bien, como los lactobacilos y las bífidobacterias, pero hay otros que son hostiles y pueden ser sumamente dañinos si se descontrolan.
Mark Hyman, MD - director de Cleveland Clinic Center for Functional Medicine
Durante casi toda la historia médica, excepto a fines del siglo, en los años 90, cuando se acuñó la palabra disbiosis, que es el desequilibrio de la microbiota intestinal y cómo puede estar relacionado con la enfermedad, básicamente ignoramos al intestino. Hay miles de especies de bacterias, diez veces más células bacterianas que células en el cuerpo humano y cien veces más ADN bacteriano que el del cuerpo humano. Tanto, que solo somos un 1% humanos. Y esos organismos están interactuando con nuestra biología en todo momento, controlando niveles de información, la permeabilidad del intestino, la química del cerebro, las hormonas, el metabolismo, los niveles de los nutrientes, lo que absorben y lo que no absorben. Son lo más importante en nuestra vida, están controlando nuestra salud y los ignoramos por completo. No sabemos cómo diagnosticarlo, cómo tratarlo, y no sabemos cómo ayudar a las personas a reparar el microbioma intestinal.
Claire Fraser, PhD – directora de Institute Genome Sciences, Universidad de Maryland
Desde hace 12 años, mi laboratorio se ha concentrado en tratar de comprender la estructura y el funcionamiento de todos los microorganismos que viven con nosotros en nuestro tracto gastrointestinal. Y sabemos que estos microorganismos que comparten nuestra vida desde que nacemos hasta que morimos, son críticamente importantes en la salud y la enfermedad. Y el gran desafío es descubrir cómo contribuyen y el objetivo final es saber comprender qué es un microbioma sano y con suerte poder aprovecharlo para mejorar la salud en general y minimizar la enfermedad.
Zach Bush, MD – endocrinólogo, internista (medicina interna), cuidados paliativos
Podemos ver que justo antes de una enfermedad autoinmune se produce un colapso de nuestro microbioma. Es una caída súbita y entonces se tiene una enfermedad autoinmune o un infarto. Hemos visto este concepto general, pero esto comienza a dar respuesta a por qué la diversidad del microbioma se traduce en salud.
Martin Blaser, MD – Dir. Human Microbiome Program de la Universidad de Nueva York
Creo que vamos a descubrir que el microbioma es importante en casi todas las enfermedades crónicas que han aumentado dramáticamente desde la Segunda Guerra Mundial y ese es lo que me interesa. Pensamos que las enfermedades tendrían que mantenerse constantes en la población, pero a veces aumentan dramáticamente. Por ejemplo, el cáncer de pulmón era muy poco común hasta que las personas comenzaron a fumar y subió muchísimo y cuando las personas empezaron a fumar menos, comenzó a disminuir, así que las enfermedades cambian. Pero ahora tenemos un montón de enfermedades que han aumentado drásticamente desde la Segunda Guerra Mundial, desde el uso generalizado de los antibióticos. Eso involucra a muchos sistemas. Las enfermedades celíacas, la inflamación intestinal, la parálisis de Bell, la diabetes, la obesidad, el autismo, es posible que todas tengan una causa por separado y todo sea una gran coincidencia, o tal vez haya algo subyacente en todas ellas que está causando la enfermedad, y esa es mi teoría: El microbioma modificado está detrás de esto.
Zach Bush:
¿Qué pasaría si les enseñamos a todos los niños de esta generación a interactuar con la tierra, a cuidar de ella, y dejamos que el microbioma nos cuide a nosotros para reducir el proceso de la enfermedad, para reducir las discapacidades al aumentar nuestra productividad y empezar a incrementar nuestra creatividad?
Datis Kharrazian, PhD, DHSc – becario investigador de Harvard Medical School
Los años 80 fueron la década del cerebro y la los 90 fue la de la investigación de los genes. Esta es la década del microbioma. La investigación del microbioma intestinal aparece en revistas de todas las especialidades. Hay grandes investigaciones y avances en cómo el microbioma tiene un impacto en la enfermedad. Si están haciendo un modelo de base de evidencia, hay que considerar la diversidad, la nutrición, la dieta, el estilo de vida, las variables que repercuten en las bacterias de nuestro intestino.
Marisol Teijeiro, ND – Sanas Health Practice
Me parece irónico que la medicina no considere cuán importantes son los microorganismos que viven simbióticamente con nosotros y el efecto que tienen en nuestra vida porque estamos constantemente rodeados de ellos, están dentro y fuera de nosotros, no hay nada más cercano a nosotros que estos microorganismos. Son parte de nosotros. Por suerte, finalmente se los está conociendo, pero tendría que haberse hecho mucho antes.
Joe Pizzorno, ND – autor de The Toxic Solution
Últimamente las personas están muy interesadas en el microbioma porque tener la bacteria equivocada aumenta el riesgo de enfermedad, pero no se puede ver al microbioma como independiente de lo que uno está comiendo, porque la comida que uno ingiere determina el tipo de microbioma que uno tiene. Y las toxinas a las que uno ha estado expuesto determinarán la clase de microbioma al que uno se está aferrando. Si toman medicamentos, si toman un montón de antibióticos de alto espectro, van a tener un microbioma realmente poco saludable. Hay que mirar a la persona integralmente: lo que le está ocurriendo, el microbioma, la comida, el agua, el aire, su salud, todo eso.
Clara Fraser:
Lo que el campo de la investigación del microbioma nos ha forzado realmente a reconocer recientemente es que no solo somos un sistema de múltiples órganos y tejidos que trabajan juntos, sino que convivimos interna y externamente con un complejo ecosistema de microbios que juegan un papel sumamente importante en la salud y la enfermedad al interactuar entre sí y al interactuar con nosotros, que somos los portadores. Y creo que sabemos que el microbioma contribuye de tantas formas distintas que ya no podemos ignorar el hecho de que al pensar en encarar la enfermedad, cuando pensamos en el diagnóstico y el tratamiento, tenemos que considerar siempre el impacto y las implicancias del microbioma.
Emeran Mayer, MD – Dir. Oppenheimer Center for Stress and Resilience, UCLA
Cuando hablamos del microbioma, la mayoría piensa en los microbios, pero la tecnología nos dice que hay otra categoría de microorganismos y virus y una gran cantidad de ellos son bacteriófagos diseñados para perseguir y destruir a otros microbios, de modo que la distribución relativa de la población de microorganismos en el intestino quizá dependa en parte de la cantidad de virus que contenga y la forma en que se matan entre sí con las sustancias químicas de los virus satélites o los antibióticos, hay montones de antibióticos que ellos mismos producen para luchar entre sí. Lo de los virus es interesante porque está surgiendo como un mecanismo potencial para todo, desde nuestras enfermedades inmunes, colon irritable y luego Parkinson, Alzheimer y muchas enfermedades degenerativas. Y uno podría especular que un microbioma de alta diversidad, con abundantes microorganismos, es menos proclive a ser blanco de estos virófagos.
Mariza Snyder, DC – autora de The Dash Diet Cookbook
. A los 7 años sufrí una serie de traumatismos en la cabeza que causaron dolor de cuello y migrañas crónicos que persistieron durante 15 años. A los 16 o 17 años vi a una serie de médicos neurólogos y de otras especialidades que me dijeron que viviría el resto de mi vida con estos dolores crónicos. Tomaba un montón de medicamentos para mis migrañas, mi ibuprofeno, donde fuera, en la escuela, en casa, donde estuviera, y lo bajaba con Pepsi, Dios nos libre de tomarlo con agua, ni loca. Entre los 19 y los 20 años desarrollé pequeñas úlceras y en última instancia fue por este dolor crónico. Estaba lidiando con los gases, la hinchazón y mi estómago estaba totalmente destrozado. Pero mis migrañas eran la mayor preocupación de mi vida porque me impedían concurrir a la escuela, salir con mis amigos, y cuando tenía que elegir entre el dolor de cuello y el problema con la panza, siempre elegí tratar el dolor, así que hice una recorrida por todas las terapias. Me trató un quiropráctico especializado en ese tipo de atención para mi cuello, mis migrañas, recibí acupuntura, vi a una nutricionista y cambió todo. Aprendí que tenemos adentro ese medio ambiente, ese microbioma en el intestino y que si no lo cuidamos adecuadamente puede llevar a toda clase de inflamaciones, lo que probablemente era lo que yo estaba experimentando.
Robin Berzin, MD – fundadora de Parsley Health
Las personas no se dan cuenta, pero el 90% lo determinan factores sociales, de comportamiento y ambientales. Solo el 10%de su salud está determinado por intervenciones médicas. Y lo cierto es que ese 10% tal vez llega demasiado tarde en la vida cuando el proceso de la enfermedad ya está instalado. No prevenimos, no siempre nos cuidamos, solo tratamos de manejar la enfermedad cuando se sale de control. El 90% de ustedes, lo que comen, sus relaciones, sus suplementos, su ejercicio, su genoma, su microbioma, su historia clínica, la historia clínica de su familia, sus exposiciones ambientales, nada de eso es capturado en los registros electrónicos que ve su médico y como resultado, él está viendo una mínima porción de ustedes. Lo que me gusta de la salud funcional es que mira todos esos aspectos suyos, lo que comen, toda su historia personal desde que nacieron, toda esa información increíble que tenemos, como el microbioma, como el genoma. En la medicina funcional tomamos todo eso y utilizamos el cuadro completo para orientarlos a mejorar su salud.
Tom O’Bryan:
En la vieja medicina el médico los diagnosticaba con esclerosis múltiple o artritis reumatoidea y les daba la medicación para que la sobrellevasen. Nada de eso detenía el progreso de la enfermedad. Podía retrasarla un poco, pero nada más. En la nueva medicina se va al período prodrómico (síntomas iniciales) para identificar ya si tienen esos anticuerpos que están atacando su cerebro. Yo tenía tres. Me hice ese estudio en 1997 cuando recién se estaba investigando. Eso es lo que me trajo aquí a este campo. Porque yo tenía 44 años, participaba en el triatlón regularmente y me sentía seguro, sano, y al hacerme un análisis de sangre noté que tenía los anticuerpos de la proteína básica de la mielina (el mecanismo de la esclerosis múltiple), anticuerpos elevados en el cerebelo (lo que encoge el cerebro) y anticuerpos llamados gangliósidos (lucopídicos que se encuentran en tejidos celulares, especialmente en el nervioso, que llevan al Alzheimer o a la demencia). Y ahí es donde aprendí sobre ese período prodrómico. La nueva medicina está identificando si uno está en el período inicial, dónde aparece la vulnerabilidad genética y qué hacer al respecto.
Conexión cerebro-intestino
Sarkis Mazmanian, PhD – Profesor de Microbiología CALTECH
Hay una conexión entre el intestino y el cerebro; se ve como la microbiota afecta todo, desde el estado de ánimo y las emociones hasta la degeneración neuronal, y se trata de comprender cómo promueve enfermedades como el autismo y el Parkinson o nos protege de ellas. Tenemos un sistema nervioso sofisticado no solo en el cerebro sino también en el intestino, así como en la periferia. Estos dos sistemas nerviosos se comunican entre sí, de modo que los nervios en el intestino se comunican con el cerebro mediante el nervio vago directamente, en términos de conexiones neuronales, pero también a través de las moléculas secretadas en el intestino que pueden activar el sistema nervioso del tracto, así como el sistema nervioso central. Y estamos tratando de comprender cuál es la base de esa comunicación, de qué manera los microbios o moléculas hacen de mediadores en esta interacción entre el intestino y el cerebro.
Momo Vuyisich, PhD – director científico, Viome
El microbioma regula el nivel de actividad de nuestro sistema inmunológico y esto es grandioso, porque la inflamación, en términos generales, significa que nuestro sistema inmunológico está híper activo. Eso es bueno en caso de una infección activa, pero si no la hay, significa que el sistema inmunológico va a atacar a su propio cuerpo. Por eso, cuando vemos enfermedades crónicas como la cardíaca, causada por la arterioesclerosis, o cuando vemos el Alzheimer u otras enfermedades inflamatorias, todas son causadas por la híper actividad del sistema inmunológico. La artritis reumatoidea probablemente sea la más conocida y la causa un sistema inmunológico híper activo. Ahora estamos comenzando a entender de qué manera el microbioma intestinal regula el sistema inmunológico y lo puede aquietar y prevenir este daño, ya que no estamos infectados continuamente.
Tom O’Bryan:
El microbioma le habla al sistema inmunológico. Hay una comunicación cruzada del sistema inmunológico que está dentro del revestimiento del intestino con el microbioma que está del lado de afuera del intestino. El sistema inmunológico les pregunta a los centinelas que están afuera en el conducto qué está sucediendo. Y el microbioma envía mensajes de alarma o indica que en ese momento todo está bien. Esa conversación cruzada es continua. Si con el tiempo desarrollamos un microbioma muy inflamado, eso puede rasgar el revestimiento. Cuando el microbioma tiene una alta concentración de algunas bacterias que no deberían estar ahí en esa cantidad, el sistema inmunológico responde ante demasiados mensajes mezclados y decide deshacerse de algunos mensajeros y va tras ellos, lo que causará la continua inflamación hasta que el microbioma cambie.
Pedram Shojai:
Tienen toda esa clase de diagnósticos de las personas con estas etiquetas médicas y sin embargo usted está hablando de una solución similar para el intestino.
Mark Hyman:
Es así. Las enfermedades son como las hojas de un árbol y nosotros queremos llegar a la raíz. Todo el sistema de poner nombres en medicina está basado en cuáles son los síntomas y dónde están localizados, si es un dolor de cabeza o de estómago, y categorizamos a las personas según esos síntomas y la geografía y no según las causas y los mecanismos. Una misma causa puede ocasionar docenas de enfermedades. Una enfermedad es ocasionada por docenas de causas. De modo que no por conocer el nombre de la enfermedad saben qué está mal. La depresión es un nombre común para las personas que están tristes o desesperadas o indefensas, que no tienen sexo y no pueden dormir y no tienen hambre y piensan en el suicidio. La depresión no es la causa de los síntomas, es el nombre de los síntomas. Las causas pueden ser muchas. Tal vez está tomando antibióticos que le alteran la flora intestinal y tiene disbiosis que lo está llevando a una inflamación del cerebro o está comiendo con gluten activando una inflamación, o ha tomado bloqueadores de úlceras durante años y no absorbe bien la vitamina B12 y tiene una deficiencia de B12 o una deficiencia de vitamina D, o comió sushi y se envenenó con mercurio, o no le gusta el pescado y tiene una deficiencia de vitamina B, o toma azúcar y tiene una prediabetes en el cerebro. Todo eso causa depresión. El modelo actual de pensar en diagnosticar los llevará a las causas. Eso es lo que hace la medicina funcional, es el nuevo mapa de ruta, el GPS al pensar en la enfermedad. Y al encarar todas las variables, muchas veces podemos ofrecer tratamientos a todas estas condiciones utilizando el mismo enfoque. Eso no quiere decir que todos los casos de autismo o de Alzheimer o de diabetes o de obesidad sean causados por el intestino, pero observando a los pacientes se puede descubrir cuáles son los casos y tratarlos.
Christina Bjorndahl – autora de Beyond the Label
Mi viaje hacia el bienestar ha sido muy largo. Comenzó en la escuela secundaria cuando desarrollé un desorden alimenticio. Luego fui a la universidad y estaba en una recuperación Tipo A por un rendimiento excesivo, y en tercer año terminé con una profunda depresión y estaba llena de ansiedad. Seguía teniendo un desorden alimentario también. El problema es que no entendía realmente qué estaba pasando porque nunca había experimentado antes la depresión y tampoco nadie de mi familia hablaba de ello, así que me resultó muy difícil comprender lo que estaba sucediendo y lo que es realmente interesante de todo esto es que un año antes del desorden alimenticio que comenzó en la escuela secundaria, estuve tomando antibióticos durante un año porque tenía acné y nadie relacionó el intestino con el cerebro hasta 20 años después.
Marvin Singh:
Hay más de cien billones de microorganismos viviendo en nuestro tracto intestinal. Superan a nuestras células humanas diez a uno y la reserva de ADN de nuestras células cien a uno. Están en nuestra piel, en nuestros intestinos y cumplen un papel muy importante en la salud en general. Se ha publicado mucho explicando cómo las distintas cepas bacterianas pueden afectar ciertos problemas de salud. En un modelo animal, un estudio demostró que cuando los monitos eran separados de sus madres al nacer, perdían la diversidad de su microbioma y ciertas especies clave de lactobacilos y bacterias decrecían, y aumentaban otras especies de bacterias como la prevotella. Relacionando eso con otros estudios, estos son los mismos patrones que vemos en las personas con trastornos del humor y problemas psiquiátricos. Y estas bacterias digieren nuestra comida, producen ácidos grasos de cadena corta que actúan casi como agentes quimioterapéuticos. Así es como pienso del microbioma. Percibimos solo una pequeña fracción del poder del microbioma en nuestro transcurrir diario y hay mucha información que tiene lugar en el trasfondo, comunicación entre el intestino y el cerebro, motilidad gastrointestinal y otras funciones, impactos hormonales que están ocurriendo en segundo plano y que desconocemos. Esas son las cosas que pueden contribuir a nuestra memoria, a nuestros estados de ánimo, a una variedad de otras condiciones. Y todo esto está ocurriendo en segundo plano.
Pedram Shojai:
¿Qué ha visto en autoinmunidad, en enfermedades crónicas que hayan tenido cambios dramáticos en el tratamiento del intestino?
Hellen Messier, MD, PhD – directora medica de OMI
Por mi especialidad, trabajé con pacientes con enfermedades crónicas, así que solía ver pacientes que habían pasado por el tratamiento médico típico, habían pasado por ese dilema del diagnóstico, e incluso habían visto a médicos que practicaban la medicina integradora en lugar de la automatizada. Cuando aún así no obtuvieron la respuesta que necesitaban, yo terminaba viéndolos. Y siempre empezaba por el microbioma, porque ese era el único componente crítico que realmente subyacía debajo de la mayoría de las enfermedades. Cuando se encara la salud del microbioma y del intestino, en muchos casos no solo se puede detenerla o hacer que la persona se sienta mejor y revertir sus síntomas, sino que se pueden revertir esas enfermedades crónicas. Si bien no se puede decir que las enfermedades autoinmunes sean de fácil tratamiento, a menudo se revierten cuando se puede encarar la causa subyacente, la raíz del problema en el intestino. Lo que descubrí es que no somos humanos, somos un ecosistema humano-microbiano. Vivimos en un ecosistema microbiano terrestre, somos un pequeño participante. Es un cambio de paradigma. Solíamos creer que éramos individuos y humanos y especiales, pero en realidad somos parte de un sistema mucho mayor y lo que aprendí es que nuestro microbioma es fundamental para todo lo que somos y todo lo que hacemos. Todo nuestro entorno es filtrado por ese microbioma, esos microorganismos, y transformado por ellos antes de que afecten a nuestro cuerpo humano. Definitivamente, nuestra dieta, pero el aire que respiramos, todo, hasta nuestros pensamientos, son transformados y filtrados por nuestro bioma.
Sarkis Masmanian:
Y uno de los temas emergentes acerca de la investigación del microbioma hecha por la comunidad es que nuestro propio genoma no es suficiente para promover todas estas funciones o actividades del cuerpo humano, que dependemos de las señales internas de nuestro microbioma. Es realmente fascinante ver como las bacterias de nuestro intestino proveen señales o pistas para el desarrollo de nuestro funcionamiento tal como lo hace nuestro genoma. Se ha sugerido, y yo concuerdo, que tenemos dos genomas, el nuestro y el del microbioma.
Hellen Messier:
Todas esas funciones que solíamos pensar que son solo humanas, las hacen los microbios. Todo, desde metabolizar las hormonas y las hormonas del estrés y modificar los alimentos que ingerimos. Ellos controlan nuestros ritmos biológicos y nuestra función circular circadiana del sueño; en realidad son los primeros en metabolizar todos los medicamentos que tomamos, de modo que un medicamento puede ser efectivo o no dependiendo de nuestro microbioma exclusivo. Esto lo he visto claramente en la terapia para el cáncer y la diabetes. De hecho, se puede transferir el efecto de una droga con solo transferir el microbioma y no la medicación. Es esta interrelación fundamental de nuestro medio ambiente y de nosotros mismos. Y el microbioma es eso. Cuando observo el funcionamiento del microbioma y lo que hace, lo primero que me pregunto es: ¿Estamos seguros de que esa no es una función humana? Porque son muchas las cosas que nuestro cuerpo humano hace y muchas otras más. Es nuestro órgano de desintoxicación más grande, nuestro generador de nutrientes más grande; hace todas esas cosas para nosotros y nosotros les damos un hogar y les proporcionamos cosas, comemos para alimentarlos, de modo que es un baile hermoso y una relación sinérgica la que tenemos con esos organismos.
Pedram Shojai:
Entonces ahora las compañías farmacéuticas están adentrándose en la investigación del microbioma porque los científicos han descubierto que ciertas bacterias tal vez estén bloqueando el efecto de los medicamentos que están tomando las personas. También hemos aprendido que el microbioma es el gran órgano de desintoxicación y generación de los nutrientes. Es un descubrimiento enorme que está cambiando la forma en que vemos la salud. Promover un microbioma sano es un factor clave para estar bien. Ahora estamos viendo la importancia de esta vasta comunidad de formas de vida y cómo interactúan. Aquí hay ciertos puntos significativos de esta sección:
¿Qué es el microbioma?
· El microbioma es una comunidad de vida microbiana que vive en nuestro cuerpo: el intestino, la piel, los órganos e incluso en la sangre.
· Sus cimientos se establecen dentro de los primeros seis meses de vida.
· Se comunica con el sistema inmunológico y el sistema nervioso.
· A medida que envejecemos, nuestra inmunidad es menos efectiva.
· El microbioma ayuda a potenciar nuestra respuesta inmunológica y a luchar contra la enfermedad.
Me gustaría tomarme un momento aquí para pedirles que compartan esta serie por todas partes. Por favor, corran la voz, compartiéndola con todos los que conozcan. Verán, las compañías farmacéuticas, con sus grandes presupuestos, pueden saturar los medios de comunicación vendiendo píldoras que en realidad no curan nada. Necesitamos hacer las cosas de otro modo. Lo que les estamos trayendo en esta serie documental es un verdadero y legítimo avance científico, todo está basado en el respeto y el aprecio a la madre naturaleza. Vamos a poner de cabeza el modelo médico inoperante si esta información se da a conocer de gran forma. Por favor, tómense un momento para distribuirla por todas partes y juntos podremos llevarle esperanza a millones de personas que están sufriendo innecesariamente. Gracias.
Entonces, ¿de dónde viene el microbioma? Tenemos que comprenderlo si queremos arreglar algo tan importante para nosotros. Tenemos que rastrear el origen de nuestro microbioma hasta nuestro nacimiento. De hecho, ¿qué tal los meses antes de nuestro nacimiento? ¿A qué bacterias estuvieron expuestos nuestros padres? ¿Cómo llegamos a este mundo? ¿Qué sucedió después? La respuesta a estos interrogantes es el comienzo de en qué estado se halla nuestra salud actualmente.
El microbioma al nacer
Datis Kharrazian:
Cosas como la forma de nacer y si se alimentaron de leche materna influyen en el potencial de su microbioma por el resto de su vida. Pero también sabemos que su dieta, en un corto período de tiempo, en días, realmente puede cambiar esta diversidad. Sabemos que algunas especies esenciales son dispuestas por sus padres como un portador cuando ustedes nacen y varias cosas que lo prepararon, y eso les da su programación esencial, de modo que hay una programación esencial diferente entre los diferentes hermanos y los diferentes grupos de ADN que tengamos.
Joel Evans, MD – Director del Center for Women’s Health
Si el bebé nace a través del canal de parto, obtiene las bacterias de la vagina de la madre, las traga y así es como siembra su propio microbioma. Si el bebé nace a través de la vagina, ese microbioma es el más saludable que pueda tener. El microbioma de los bebés que nacen por cesárea no es tan saludable. Si al bebé recibe antibióticos, ya sea durante el parto a través de la madre o inmediatamente después de nacer, o si la madre recibe antibióticos durante el parto o el niño nace por cesárea, ese microbioma será diferente, no tan sano.
Zach Bush:
Tomen a esa criatura y luego sustráiganle todo el microbioma del antibiótico ambiental; nació por cesárea, nunca vio el canal basal de la mamá, así que nació estéril; pónganlo en una cuna de hospital e inmediatamente heredará la flora del hospital, no la de la madre, y ese bebé probablemente tendrá infecciones estreptocócicas invasivas en los oídos y la garganta durante el primer año y medio de vida porque esa es su flora, y entonces su pediatra le va a dar antibióticos cuando tenga nueve meses para su primera infección de oídos y va a seguir recibiendo antibióticos cada dos o tres meses hasta que tenga doce años, y finalmente le van a extirpar las amígdalas que ahora están plagadas de estreptococos crónicos y son disfuncionales, removiendo así el principal sistema inmunológico del sistema respiratorio, por lo que será más propenso a los virus, a los retrovirus, y a todas las infecciones. Esa es la pendiente resbaladiza en la que tenemos a nuestros niños en este momento.
Datis Kharrazian:
Respecto a cómo se preparó el microbioma a temprana edad, se hizo un estudio que también demostró que la exposición al BPA (bisfenol A) a los cuatro meses de vida hace que esa sustancia proquímica siga permanentemente en el microbioma. Sabemos que la exposición a las sustancias químicos también pueden tener un efecto sobre el nuestro, de modo que es una postura complicada, ¿saben? Y esto es realmente importante, porque la forma en que comenzamos a manejar a los recién nacidos, y como comenzamos a supervisar a las madres, la importancia de amamantar y las tantas cosas que no se pueden poner en una fórmula y que contiene la leche materna, especialmente los polisacáridos, realmente preparan al microbioma. Esas cosas deberían ser estándares del cuidado en el futuro en medicina y pediatría.
Gerard Mullin:
Cuando uno nace a través del canal vaginal y es amamantado -porque la leche materna tiene bífidobacterias, además tiene fructooligosacáridos que también alimentan, prebióticos que también alimentan a las bacterias- los que nacen a través del canal de parto y se alimentan de leche materna desarrollan un espectro más completo de microbios mucho antes que los que nacieron por cesárea, y se ha demostrado que los beneficios para la salud de quienes nacieron a través del canal vaginal y fueron amamantados, realmente imparten una mayor protección contra la autoinmunidad y los estados alérgicos. Desde los primeros seis meses y hasta los dos años, sentamos las bases del microbioma intestinal, de modo que la lactancia materna y la forma en que alimentamos a nuestros hijos es crítica. Después de los dos años, el microbioma intestinal se vuelve estable, tiene su base y fluctuará con su medio ambiente, de modo que si están tomando antibióticos, su microbioma tendrá menos diversidad. Si están hospitalizados, si tienen una lesión, si comen mucha comida chatarra, eso afectará adversamente al microbioma, de modo que, durante un período de tiempo, en la adolescencia y primeros años de juventud hay una mayor estabilidad, pero a medida que envejecemos y nuestro microbioma comienza a ser menos efectivo, entonces nuestro microbioma se puede volver menos diversificado y más patógeno y eso puede llevar a uno de los factores clave en la forma en que envejecemos, es la forma en que nuestro microbioma interactúa con nuestro cuerpo y la forma en que nuestro sistema inmunológico interactúa bien o no con nuestro microbioma. Parece haber una reciprocidad y podría jugar un papel en la longevidad.
Tom O’Bryan:
Cuando el bebé nace por parto natural, se embadurna con todas las bacterias, incluyendo la prevotella. La prevotella desciende al intestino y dice: OK, bebé, aquí está el código del mamífero que está por alimentarte -mamá- así que esta es la clase de alimento que está por bajar; hagamos funcionar tu sistema digestivo poniéndolo en marcha para prepararnos para este alimento y activemos los genes ya, es hora de cerrar las uniones estrechas de la permeabilidad intestinal. Ya no estás en el vientre de mamá. Está llegando la comida, este es el código para eso, así que todo va a estar bien para ti, pero necesitamos cerrar tus uniones estrechas. De modo que cuando uno tiene permeabilidad intestinal, una de las cosas que ayuda muchísimo es el calostro. Los tres primeros días, la leche materna está cargada de bacterias buenas, más mensajes van al bebé y uno de esos mensajes es: Sanemos la permeabilidad intestinal. Y así, la bacteria de la mamá está dirigiendo el desarrollo corporal del bebé.
Ally Perlina, directora de Translational Science, Viome
Mi experiencia con los bebés es que tengo dos, ambos varones, con tres años de diferencia, la misma casa, no cambié mi dieta, para bien o para mal no cambié mi pareja, gracias a Dios, los dos tienen los mismos padres, y ambos nacieron por cesárea por una razón u otra. Básicamente, hubo una diferencia que pienso que puedo compartir y es que con el menor estaba un poco más actualizada y estaba leyendo todo esto respecto al microbioma que el recién nacido se iba a perder si no nacía por parto normal sino por cesárea. Esa pequeña diferencia es tan trivial como un procedimiento de no-procedimiento. Cuando el bebé nace, lo sacan por cesárea y toman una muestra del microbioma vaginal para introducir al bebé en el microbioma.
Joel Evans:
Entonces, una de las cosas de las que se está hablando ahora es de hacer un intercambio, que el obstetra tome esas secreciones vitales de la vagina y frote con ellas toda el rostro del bebé que acaba de nacer por cesárea.
Ally Perlina:
Como mamá, pensé: Está bien, estoy abierta a eso, voy a intentarlo. Y se lo dije a mi médico. Es uno de los progresistas y es un ser humano y un profesional maravilloso que dijo: ¡Por supuesto! ¡Hagámoslo! Ten la seguridad de que cuando nazca el bebé lo frotamos. A las enfermeras no les hizo gracia la idea. En el quirófano, mientras me preparaban, me hacían preguntas, Yo les decía que no era gran cosa y ellas me decían que ese no era su protocolo, que no sabían nada al respecto y me preguntaban de qué estaba hablando. Me decían que iban a esperar hasta que llegase el médico. Cuando llegó, él dijo que se pusiesen al día, que yo era una científica que estudiaba el genoma, el microbioma, el metaboloma y que ellas tenían que entenderlo y les preguntó si sabían en qué siglo estaban viviendo. Fue muy gracioso. Lo hizo de un modo muy divertido y amable. Y así, el bebé nació y consiguió el microbioma, tuvo el intercambio. ¿Quién sabe? Hay muchos factores. Hice eso con el menor, no con el mayor, quien tuvo toda suerte de problemas gastrointestinales desde el principio. Cólicos horribles, reflujo ácido y también desarrolló alergias; algunas las superó y otras no, tiene asma intermitente y siempre le costó ganar peso y todas esas cosas. El menor nunca tuvo ninguno de esos problemas. Este no es proceso con respaldo científico firme. Lo único que tienen que hacer es asegurarse de que les hagan los estudios primero y luego es una especie de rutina antes de dar a luz. Asegúrense de no tener ningún EGB (estreptococo del grupo B) o lo que sea, porque no van a querer introducir a su bebé en algo que no sea bueno para él. Yo no tuve que pasar por estudios clínicos de control de placebo doble ciego, no necesité tener el respaldo de publicaciones indiscutibles para una decisión personal. A mí no me pareció gran cosa para nada, porque si el bebé hubiese nacido de manera normal, eso es lo que hubiera recibido, de modo que está bien.
Joel Evans:
Cuando una madre da de mamar, el microbioma también es diferente. Pero una de las cosas que la mamá da con la leche materna en realidad es un tipo de azúcar que es muy importante para el bebé, aunque no lo puede digerir. Y entonces la gran pregunta es ¿por qué un componente principal de la leche materna es algo indigerible para el bebé? Y la razón es que es un alimento específico para las bacterias del tracto digestivo del recién nacido. De modo que en la leche materna hay alimento real para las bacterias que son sumamente importantes para su salud inmunológica. Me encanta eso.
Pedram Shojai:
Entonces, si entendí bien, durante el primer trimestre de vida es la flora de la mamá hasta el final. Por lo que escuché, en el octavo mes hay un cierto cambio, un cierto tipo de bacteria.
Joel Evans:
El microbioma vaginal cambia en anticipación al viaje del bebé por el canal de parto y es una de las razones por las que los bebés prematuros tienen problemas, porque aunque hayan nacido a través de la vagina, no han sido inoculados con esas bacterias buenas que los cambios hormonales del tercer trimestre producirían. Se adelantan un poco y aunque nazcan a través del canal de parto, no reciben esa inoculación de las bacterias del fin del embarazo. De modo que el microbioma de la mamá es crítico para lo que ocurra durante la gestación. Uno puede prevenir las complicaciones del embarazo si la mamá tiene un microbioma saludable, y tiene más complicaciones del embarazo si no tiene un microbioma saludable. Y lo interesante –porque yo comencé como ginecólogo obstetra y luego me expandí a todas las distintas áreas de la medicina funcional- es que lo que mantiene sanas a las personas en términos de salud cardiovascular, salud emocional, estados de ánimo, etc., todos esos conceptos, todas esas maneras de ver al cuerpo, se aplican también a las mujeres que están intentando quedar embarazadas, tratando de concebir, y se aplican durante el embarazo para poder tener un bebé saludable. Pero incluso es más importante que solo eso, porque la salud del bebé y la experiencia del feto en el útero marca la diferencia en cómo le va como adulto. La experiencia del embarazo puede tener un impacto en la salud del adulto. A eso lo llamamos inicio del desarrollo de la enfermedad del adulto u origen fetal de la enfermedad del adulto. Y lo que descubrimos es que la mayoría de las enfermedades más comunes que están afectando a nuestra sociedad actualmente: diabetes, obesidad, enfermedad cardíaca, todas se pueden rastrear al remontarse a la experiencia fetal en el útero.
Robynne Chutkan, MD – autora de The Microbiome Solution
Cuando estudiaba medicina, recuerdo haber visto todos esos avisos en la Clínica que hablaban sobre la importancia de la lactancia materna y uno en particular que decía: Amamanta a tu bebé para protegerlo de la enfermedad de Crohn. Recuerdo, como estudiante de tercer año de medicina que lo miré y me dije: Es una locura. ¿Cómo es posible que dar el pecho pueda prevenir la enfermedad de Crohn? Dos décadas después, absolutamente 100% de lactancia materna previene contra la enfermedad de Crohn porque esas sustancias saludables en la leche materna ayudan a nutrir y alimentar el microbioma virginal del bebé y ese microbioma sano lo puede proteger de tener esa enfermedad más adelante. Quizá sea uno de los puntos más importantes en su vida, porque eso va a determinar qué pasa con su microbioma, cómo se lo inoculó, etc., como fue polinizado. De modo que estamos viendo una práctica a gran escala como esa, y al país diciendo que vamos a alentar los nacimientos en el hogar porque a) es más económico, b) la madre obtiene un mejor resultado, c) los bebés obtienen mejores resultados. Eso puede cambiar todo el futuro de las generaciones de bebés que están naciendo, viendo pautas y quizá diciendo que no les vamos a dar a las mujeres antibióticos para el estreptococo del grupo B durante el parto o cuando el bebé ya nació, porque sabemos que la gran mayoría de estos bebés no van a ser afectados por él, aunque la amplia mayoría de los que reciban antibióticos van a tener afectado su microbioma. Ahora que estamos en condiciones de atar cabos y relacionar estas cosas, podemos examinar algunas de nuestras prácticas médicas básicas y retroceder un poco las cosas o cambiar el modo en que las estamos haciendo. A veces el camino hacia adelante es el camino hacia atrás. A veces es hacer las cosas de un modo que parece poco sofisticado, más básico. Yo uso un espiralizador manual que cuesta doce dólares en lugar de la máquina, y hace un gran trabajo. Entonces, ¿cómo podemos hacer cosas en medicina que puedan proteger al microbioma y conducir a mejores resultados y que irónicamente muchas veces cuesten menos?
Emily Fletcher - fundadora de Ziva Meditation
Tuve un hermoso varoncito veintiséis días atrás y lo estoy amamantando, así que estoy siguiendo la hora, y ha sido mucho más problemático de lo que anticipaba. Solo iba a respirar y amamantar, llevo mis mamas conmigo, así que no tendría problema, pero ha sido muy doloroso, muy problemático, y lo que más me ha drenado emocionalmente de todo lo hecho en mis 39 años en el planeta. Y me he comprometido a hacerlo mientras pueda porque sé cuán bueno es para él y para mí, porque básicamente es por su microbioma. Puedo alimentar todas esas bacterias con mi leche, lo que no podría hacer si lo alimentase exclusivamente con una fórmula láctea. Y no juzgo a las que utilizan biberón, yo misma lo estoy suplementando con fórmula ahora, pero pienso que la lactancia materna es lo mejor en última instancia. Estoy comprometida con seguir en este camino y soportar el dolor y explorar mi camino a través de eso, porque básicamente sé que es lo que diseñó la naturaleza. Este amamantamiento solo está alimentando una porción de su ADN y una gran porción de todo el ADN microbiano y pienso que eso es fascinante. Desde que lo supe estoy realmente fascinada con la lactancia materna y además la leche materna cambia según sus necesidades de desarrollo, e incluso la producción de leche materna depende de su llanto. Y a la vez, estoy horrorizada por el dolor de ese proceso y completamente maravillada y asombrada por la perfección de esta relación simbiótica.
Pedram Shojai:
Darle a un bebé un comienzo saludable es el objetivo máximo. Nuestra colonia seminal debería provenir de nuestra madre, cuya salud microbiana en el momento del nacimiento es realmente importante. Este es el resultado de la salud de su intestino y de las bacterias a las que ella está expuesta en su dieta, su casa y en su medio ambiente general. Ahora sabemos que un microbioma saludable realmente se transmite secuencia abajo generacionalmente y a medida que la ciencia progrese se pondrá más énfasis en los meses fundamentales desde el embarazo hasta la infancia temprana. Cuantos menos antibióticos se utilicen, mayor exposición a las bacterias saludables, mejor será. Aquí hay algunos puntos significativos de esta sección:
· El microbioma es esencial para un embarazo seguro y saludable.
· La primera exposición al microbioma es a través del canal vaginal.
· Sabemos que la especie prevotella da señales para cerrar las uniones estrechas en el revestimiento intestinal, ayudando al bebé a separarse de la madre y prepararse para el mundo exterior al que acaba de ingresar.
· La leche materna está llena de bacterias saludables y probióticos para ayudar al inicio saludable del bebé. Estos incluyen polisacáridos, fructooligosacáridos y bífidobacterias.
· A veces las cesáreas salvan la vida, pero se utilizan demasiados antibióticos y enjuagues desinfectantes. Ahora aprendimos que la bioinoculación al untar al bebé con el exudado vaginal de la madre puede ayudar a trasplantar parte de las colonias saludables de la madre al bebé.
¿Cuán revolucionaria es esta nueva información? Recorro el país a la búsqueda de tener el privilegio de hablar con los mejores científicos y médicos en el campo. Hice varias películas, viajé por todo el mundo y nada atrajo mi atención tanto como esto. Estamos al borde de un gran avance. Eso es lo que descubrí:
Revolución médica
Tom O’Bryan:
Hay un estudio sobre el cambio de paradigma que se dio a conocer en 2010 donde se comparó el microbioma de los niños europeos y los niños de las aldeas africanas. Observaron que mientras los niños europeos comían la dieta occidental y los niños africanos vivían como sus ancestros, comiendo muchos tubérculos -hortalizas de raíz- y alimentos básicos, los microbiomas eran completamente diferentes. Las categorías de lo que era dominante fueron completamente distintas. Y al observar a las culturas y sus enfermedades, en la cultura africana no tenían ninguna de esas enfermedades autoinmunes, los microbiomas eran totalmente distintos.
Ocean Robbins – fundador de Food Revolution Network
Lo cierto es que podemos aprender de estas personas. Podemos aprender a reconocer que la enfermedad cardíaca que pensamos es normal en los EE.UU. y en el mundo moderno son totalmente optativas. Podrá ser típico, pero es opcional. Y quiero que la verdad salga y reconozcamos que tenemos hospitales que literalmente tienen McDonald’s en ellos. Hay médicos que les dicen a sus pacientes que lo que comen no tiene importancia. Mi propia tía fue a operarse de cáncer de vejiga el año pasado, no sabíamos si iba a vivir, y ninguno de sus propios colegas mencionó ni una vez la conexión entre la comida y la salud y sabemos de hecho que el 90% de los casos de cáncer no los causan ni la genética ni la mala suerte, sino el estilo de vida, el medio ambiente y la comida.
Peter Diamandis, MD – fundador de XPRIZE
Lo que estamos descubriendo es que el cuerpo es extraordinariamente complejo. Solíamos considerarlo como sistemas básicos por como funcionaban las cosas básicamente y cuanto mejores sean nuestras herramientas para monitorear, leer, comprender, más nos damos cuenta de que el cuerpo es un ecosistema muy complejo, que somos una colección del orden de los cien mil millones de células, pero contamos con más células de virus, hongos, bacterias en nuestro cuerpo que células humanas. Y esas células representan un código informático. Yo pienso en el cuerpo como código y hardware. Y gran parte de su código son los 3.200 millones de nucleótidos de su ADN, que dirigen lo que somos y quiénes somos.
Tom O’Bryan:
Si piensan en los números, hay diez veces más de ellos y ciento cincuenta veces más genes que controlan todas las funciones. Por cada mensaje que le manda el cerebro al intestino diciéndole qué hacer, hay nueve mensajes del intestino hacia el cerebro diciéndole que hacer. Es el microbioma. Entonces, ¿quién dirige el espectáculo? Lo hace el microbioma, así que queremos un microbioma amigable. Si solo hay una cosa por hacer para estar tan sanos como sea posible, desarrollemos un microbioma amigable.
Peter Diamandis:
Pero además hay un montón de otros códigos en nuestra piel, en nuestro intestino, en nuestra flora. Ese código determina nuestra salud, la composición química de nuestra sangre, nuestra actitud, nuestra neurociencia, de modo que somos una recopilación extraordinaria y recién ahora estamos comenzando a comprender la relación entre nuestra flora intestinal, nuestro microbioma, y la enfermedad, quiénes somos, nuestra personalidad, incluso nuestras actitudes. Creo que esto recién está comenzando a volverse comprensible con nuestra capacidad para reunir procesos y sacar conclusiones a partir de datos a gran escala (Big Data) dado el aprendizaje automático y la inteligencia artificial.
Jack Bush:
Estamos comenzando a ver -no solo en mi clínica sino alrededor del mundo- que hay clínicas que están comenzando a revertir el autismo. Y lo que uno descubre cuando revierte a un niño autista es que son los ángeles más brillantes. Estos chicos están conectados de una manera especial. Tienen las mentes más creativas, los rodea una gracia de la que nosotros, en general, carecemos. Nos han enseñado ciertas cosas y hemos sido programados para no confiar. Estos niños tienen una confianza inherente y aparentemente están mucho más cerca de la comprensión de la singularidad. Todos somos humanos, todos estamos juntos en esto, de modo que he visto una y otra vez que estos chicos, cuando comienzan a recuperarse y son apoyados por su microbioma y la salud que los rodea, se convierten en ángeles entre nosotros. Eso me vuelve a dar esperanza. Creo que la enfermedad que tenemos en este planeta tiene un lado positivo y si comenzamos a asistirla del modo adecuado nos desconectamos no solo del autismo sino del Déficit de Atención, del Alzheimer, del Parkinson; nuestros cerebros se desconectan. Esa puede ser una gran cosa cuando nos reconectamos. Ahora pensamos de otra manera, actuamos de otra forma, simplemente nos reconectamos a un sistema de circuitos diferente. Y mi esperanza es que vamos a llegar a las próximas tres décadas con una especie completamente nueva saliendo por el otro lado. Y no puede ser nuestra especie. Nuestra especie está decayendo rápidamente, llevándose a una cantidad de especies con ella. Podemos reconectar y podemos volver a sanar y podemos repensar todo lo que hacemos y eso genera algo muy positivo al final.
Hellen Messier:
La mejor enfermedad, desde una perspectiva comercial, es la crónica, porque la persona la tiene de por vida. Y si manejamos la enfermedad crónica pero no la revertimos y no vamos a la causa fundamental, la persona la tendrá por el resto de su vida y tomará medicamentos para controlar los síntomas de por vida, de modo que desde un modelo comercial, ese es el ideal, ya que alguien que padece una enfermedad que va a durar largo tiempo, que no lo va a matar, va a vivir muchos años y hay que supervisarlo. Es bueno para el negocio, pero obviamente no lo es para la persona que tiene que vivir con eso y para la conciencia del médico que tiene que vivir con eso. Como médica, creo que nunca seguimos esta carrera para supervisar la enfermedad, sino para sanar realmente a la persona y revertir esa enfermedad.
Ocean Robbins:
En Food 2.0, la organización se centra en el comercio y es impulsada por las ganancias. Y vemos que tenemos un sistema económico que es mucho más rentable si se procesa comida chatarra lleno de azúcar agregada y sustancias químicas que si se procesan alimentos realmente saludables. En realidad, es más barato por caloría comprar twinkies (pastelitos esponjosos rellenos de crema) en todo el planeta que están llenos de productos químicos y chatarra que comprarle un tomate a su agricultor local. Y eso es una locura. En realidad, ha estado subsidiado por quienes pagan impuestos. En los EE.UU., tenemos un sistema de cultivo de productos básicos al que los contribuyentes aportamos miles de millones de dólares en subsidios para productos como jarabe de maíz de alta fructosa, fábricas de productos de animales de granja, chatarra procesada, que le dice al sector que manufacturar alimentos realmente saludables es efectivamente más oneroso, que es como ser multado por usar el cinturón de seguridad. Los winkies tienen catorce ingredientes subsidiados por los contribuyentes. Las zanahorias no tienen ningún subsidio. Creo que tenemos que apelar activamente, tenemos que hacer lo que está bien para nuestro cuerpo. Por eso tenemos esta enorme tragedia de que las personas creen que la comida saludable se lleva casi todos nuestros ingresos.
Peter Diamandis:
Durante los últimos quince años hemos estado en una contienda mundial en la que un bando lo obtenía todo. Ustedes tenían ese diagnóstico, tomaban ese medicamento y por supuesto eso estaba bien, no tenían otras opciones. Pero ahora estamos viviendo en un mundo donde no es solo un diagnóstico genérico, soy yo. Puedo saber específicamente cuáles son los 3.200 millones de nucleótidos en mi genoma, puedo saber lo que es mi flora intestinal, puedo saber cómo proceso ese medicamento o no. Estamos en el mundo de la medicina súper híper personalizada, donde puedo tomar una medicación en particular, o pensar en una modificación de mi microbioma, o en la infusión de un microbio en especial como remedio y entender qué impacto tiene en mi vida. Puedo medir las sustancias químicas en mi sangre, puedo medir mi fisiología, y ese es un mundo futuro apasionante para nosotros. Uno que es totalmente personalizado, diseñado para mí, en el que puedo monitorear cómo me va minuto a minuto, día tras día.
Pedram Shojai:
Tenemos esta increíble era de la big data y la inteligencia artificial que está empezando a llegar. ¿Dónde ve la confluencia de esa enorme cantidad de datos con los médicos y cómo se modificará el cuidado de la salud con estos avances?
Peter Diamandis:
En gran medida, vivimos en el mundo de la medicina basada en la evidencia o la medicina basada en los hechos, donde los médicos y los investigadores necesitan ver la información, los experimentos armados adecuadamente, para decir: Está bien, esta flora intestinal en particular es indicativa de esta enfermedad autoinmune o de esta enfermedad neurodegenerativa, y verlo en suficientes personas. Por primera vez estamos obteniendo una población suficiente de individuos para poder llegar a conclusiones y además estamos empezando a comprender cómo podemos manipular el microbioma y ver si hacer ese cambio brinda una solución o empeora el problema, así que creo que realmente está aquí y ahora. Durante los próximos cinco a diez años vamos a reunir la información y practicar la ciencia y llegaremos a una conclusión para determinar cuál es la nueva generación de la verdad en el ámbito médico.
Naveen Jain, CEO de Viome
Ahora nos damos cuenta de que el cáncer de páncreas en realidad viene del microbioma intestinal; para ser exactos, viene del líquido del intestino que pasa al páncreas, haciendo que el sistema inmunológico deje de funcionar. Y se han publicado estudios específicos sobre cómo el microbioma intestinal provoca el cáncer. Las investigaciones médicas publicadas por la Clínica Mayo vinculan al cáncer de mama con el microbioma. Y hace dos semanas se hizo una investigación sobre el cáncer de hígado causado por el microbioma. Si nos ponemos a pensar en todas estas enfermedades crónicas, la ciencia está demostrando claramente de dónde vienen las cosas y todas las compañías farmacéuticas se resisten a aceptarlo porque no pueden hacer dinero con eso. Hay que terminar con esto.
Jack Bush:
Determinar que la vida microbiana, de manera inteligente, puede descubrir la diferencia entre una célula cancerosa y una célula humana e inducir la respuesta opuesta con la mitocondria, es comenzar a comprender que apenas somos humanos. Porque ser humano y estar vivo significa que necesitamos 20.000, 30.000, 40.000 especies de bacterias, 5.000.000 de especies de hongos, 300.000 especies de parásitos, que le hablan a la mitocondria dentro de sus células para coordinar una constante reparación, una constante transformación, una constante regeneración, haciéndolas más fuertes y no más débiles. Así que el mensaje extraordinario para el futuro de la ciencia y la medicina es que si seguimos matando las cosas más pequeñas entre nosotros, nos moriremos. Si comenzamos a apoyar lo esencial de la vida, si empezamos a cuidar la mitocondria y el microbioma, ellos, de común acuerdo, construirán las máquinas de sanación más resilientes del planeta y nos sanaremos de los tóxicos del mercurio, del aluminio, de todos los tóxicos farmacéuticos, de los de la agricultura química, por mencionar algunos desastres. Seremos máquinas de sanación nunca antes vistas.
Naveen Jain:
Pronto se darán cuenta de que las enfermedades crónicas son causadas por la inflamación crónica, y que la inflamación crónica es causada por el desequilibrio del microbioma intestinal. Y ahí es donde reside la clave, en comprender lo que sucede en el intestino. Y la mayoría de las personas ignoran eso por completo a la luz de la medicina occidental.
Robert Rountree, MD – médico de familia, Boulder Wellcare
La inflamación es un patrón de respuesta en los términos más sencillos. Causa enrojecimiento, hinchazón, dolor y calor. Cuando miran retrospectivamente las publicaciones médicas, tal vez sea el primer tipo de fenómenos de la salud que se hayan descrito alguna vez en la literatura médica. Se remonta a escritos del Antiguo Egipto de hace miles de años, así que los médicos han sabido que este es un proceso interno. Ahora bien, hay diferentes formas de provocar la inflamación. Puede ocasionarla un corte, o la picadura de un insecto, o por comer una galletita Oreo, o si la persona es alérgica y aspira polen y empieza a estornudar y quizá tenga una reacción asmática, o las personas expuestas a la radiación. Sabemos que los astronautas tienen un enorme problema con esto. ¿Y dónde se muestra en los astronautas que están en la estación espacial? En sus ojos: les causa un daño ocular crónico. De modo que este proceso inflamatorio puede ir en muchas direcciones distintas, pero aún es básicamente la misma clase de patrón de respuesta que tienen nuestras células inmunes y las células relacionadas ante algún tipo de estímulo nocivo.
Naveen Jain:
Cuando uno habla de cosas como un intestino permeable, las personas piensan que se trata de una especie de charla vudú, ¿cierto? Lo interesante es que ellas no saben que hay más células ajenas en el cuerpo humano que las células que obtenemos de nuestros padres. Nuestro ADN solo produce unos 20.000 genes y los microbios en los intestinos producen entre 2.000.000 y 20.000.000 de genes. Piénsenlo por un instante. Eso significa que somos menos de 1% humanos y ese es solo el inicio de convertirnos en un ecosistema, conectados con nosotros mismos y conectados con la naturaleza y el medio ambiente fuera de nosotros. Y todo lo que ocurre afuera en el medio ambiente nos afecta y lo que sucede en nuestro interior se ve afectado por la comida que ingerimos; eso realmente cambia quiénes somos. Por eso creería que todo cambia una vez que comprendemos la conectividad del cuerpo humano y el ecosistema que es el humano, como un ecosistema de walkie-talkie que vive en este sistema mayor al que llamamos universo.
James Maskell – fundador de Evolution of Medicine
La medicina funcional es una nueva forma de proporcionar asistencia, diseñada para los tipos de enfermedades que vemos hoy en día. Por lo tanto, en lugar de tratar de descubrir los síntomas y dar una píldora para eso, trata de encontrar la causa original. En lugar de hacer lo que dice el médico, el paciente tiene que participar en el cuidado, y en lugar de buscar en qué lugar del cuerpo se manifiesta la enfermedad, comenzamos a observar todo el cuadro. Durante los últimos años ha recibido diversos nombres, pero yo creo que la medicina funcional es el medio para comenzar a infiltrarse en el resto de la sociedad y creo que es el futuro de la asistencia médica.
Alessio Fasano, MD – jefe de gastroenterología y nutrición del Hospital General de Massachusetts
Lo más probable es que uno de los elementos clave sea seguir a los pacientes desde el principio mismo, idealmente desde que nacen hasta que desarrollan el problema, para que podamos seguir el camino que toman para ir de una predisposición a la enfermedad, y al mismo tiempo podamos ver los cambios en el tiempo en la composición y el funcionamiento del microbioma y ustedes puedan interrogarse a sí mismos y decir: Está bien, esto es lo que sucedió unos meses antes de que apareciese la enfermedad, el microbioma cambió de esta composición a esta otra, su funcionamiento fue de aquí para allá, las rutas metabólicas específicas se activaron; y todos esos son predictores de que más adelante, en este contexto genético específico, desarrollarán una enfermedad. Eso es lo que se necesita.
Datis Karrazian:
Hicimos algunos avances importantes en el campo de la ciencia. Uno fue el proyecto del genoma humano que nos permite entender los genes y darnos cuenta de que el medio ambiente tiene la mayor influencia en nuestros genes; es lo que llamamos el efecto epigenético. El siguiente fue el proyecto del microbioma humano que ahora está demostrando cuán diversas son las especies de bacterias y cómo inciden en la enfermedad. El microbioma intestinal produce bacterias y todas esas bacterias tienen enzimas y diferentes funciones, así que el microbioma intestinal se involucra, produciendo micronutrientes, sintetizando las hormonas, activando las hormonas, participando en desintoxicarnos y deshaciéndose de las sustancias químicas en todo el cuerpo; el microbioma intestinal produce polisacáridos y cosas que inciden en nuestro sistema inmunológico y regulan nuestras funciones inmunológicas y además crea neuropéptidos que regulan nuestros estados de ánimo. Así que cada aspecto de la química humana tiene lugar en el microbioma intestinal.
Alessio Fasano:
Si observamos la epidemia de enfermedades inmunológicas, creamos una situación en la que ahora aumentamos muy rápido este proceso autoinmune en términos del impacto en la población humana en un período muy corto. Así que no vale la pena hacer algo incorrecto para aumentar la cantidad de personas que caen en cama sin inmunidad; si queremos ver el mismo vaso medio lleno, significa que si podemos comprender qué hicimos mal, podemos detener esta epidemia. Y hacer eso significa que la autoinmunidad no es algo predeterminado. De hecho, la fórmula para las enfermedades inflamatorias, incluyendo las enfermedades autoinmunes, es mucho más compleja de lo que predijimos antes. Ahora bien, lo que queda es el microbioma, y el microbioma puede ser regulado realmente de manera que pueda protegernos en lugar de hacernos daño. Hay algunos otros aspectos que podemos controlar. El estilo de vida decididamente es parte del medio ambiente e indudablemente está bajo nuestro control. Creo que uno de los aspectos más importantes en la composición del microbioma intestinal y su función es la forma en que comemos. Solo nacemos una vez, podemos tener infecciones aquí y allá y hay un uso extendido de los antibióticos tres o cuatro veces por día, y esa es la forma más impactante en que podemos cambiar la composición del microbioma.
Mark Hyman:
En medicina, nuestro microbioma es nuestra próxima frontera. Comprenderlo y optimizarlo va a ser crucial para resolver muchos de nuestros problemas de salud. Las personas no piensan que su intestino esté relacionado con la obesidad o la diabetes, pero es así. Se puede trasplantar materia fecal de una persona delgada a una diabética y revertir la diabetes. Se puede tomar materia fecal de un niño normal y ponerla dentro d un niño autista y su comportamiento cambia. Esa es la clase de cosas que estamos viendo. Esto es crucial para el futuro, para comprender la enfermedad crónica, y es fundamental para saber qué hacer con esto. Ahora bien, la mayoría de los médicos no están entrenados en esto, no saben cómo evaluar el microbioma intestinal y normalizar su funcionamiento. Es una brecha enorme entre la educación y la práctica.
Pedram Shojai:
En el pasado, dejábamos al microbioma fuera del laboratorio y observábamos a las células aisladas. Ahora comprendemos que la compleja red de la vida porta un elaborado sistema de comunicación que apenas podemos captar. Es asombroso e ingenioso y ha estado bajo nuestras narices todo este tiempo. Recapitulemos algo de lo que hemos aprendido aquí:
Revolución médica
· La inflamación es un patrón de respuesta.
· La inflamación, en pocas palabras, causa enrojecimiento, hinchazón, dolor y calor. Cuando observan las publicaciones médicas, fue el primer tipo de fenómeno de salud que se haya descrito alguna vez. Se remonta a los escritos de los antiguos egipcios miles de años atrás, de modo que los médicos han conocido este proceso interno de sanación y autodefensa.
· Nuestro microbioma alberga 40.000 especies de bacterias, 5.000.000 especies de hongos y 300.000 especies de parásitos. Sabemos que estos microorganismos le hablan a la mitocondria dentro de nuestras células para coordinar el crecimiento, producir energía y reparar constantemente.
· El 90% de nuestra salud está determinado por nuestros factores sociales, conductuales y ambientales.
· Solo el 10% de nuestra salud está determinado por la intervención médica, sin embargo ahí es donde gastamos todo el dinero y los resultados para la enfermedad crónica son deplorables.
· El Proyecto del Genoma Humano nos permitió comprender nuestros genes y comprendimos que el medio ambiente tiene una influencia enorme en nuestros genes, es lo que llaman el “efecto epigenético”.
· Ahora, el mayor avance ha sido en el Proyecto del Microbioma Humano donde estamos esforzándonos por entender para qué codifican los genes y los billones de microbios, todo desde la inmunidad, la producción de hormonas, antibióticos y más. Hay un tesoro escondido de información en material genético en esta sopa de vida que nos puede ayudar.
Se acabó el tiempo. Solo quiero recordarles que compartan esta serie con sus seres queridos.
https://www.interconnectedseries.com/episode1sct
Título en inglés: The missing piece in health and longevity
Traducción: Susana Peralta